El funcionamiento de la máquina de compostaje se divide en los siguientes puntos:

INSTALACIÓN:

Colocación de la máquina in situ, conexión a la red eléctrica, inspección final por parte del técnico instalador.

COLOCACIÓN:

La máquina puede colocarse al aire libre sin necesidad de ningún tipo de protección, ya que su construcción es estanca. Si se coloca en el interior, es necesario conectar una tubería que transporte aire del exterior para permitir el proceso aeróbico.

INSPECCIONES:

La máquina solo puede ser inspeccionada por personal que haya asistido a un curso impartido por uno de nuestros encargados, que le instruirá sobre todos los procedimientos de funcionamiento y mantenimiento del equipo.

OLORES:

Si la máquina se utiliza de acuerdo con la descripción correcta del fabricante, no se producen olores desagradables.

EMISIONES LÍQUIDAS:

La máquina es estanca y no crea fugas en el suelo.

La introducción del compostaje local o comunitario permite a los municipios reducir los costes de recogida, transporte, tratamiento y eliminación de los residuos orgánicos, además de las emisiones por contaminación y tráfico.

Ya no es necesario recoger diariamente la fracción orgánica y transportarla incluso a lo largo de muchos kilómetros. De este modo, el compostaje de kilómetro cero evita las emisiones de CO2 debidas al consumo de combustible.

Cada ciudadano puede depositar sus residuos orgánicos directamente en el compostador comunitario sin tener que esperar a los días de recogida.

Tanto los municipios pequeños como los grandes pueden instalar compostadores en su territorio para sus ciudadanos o incluso en islas ecológicas.

La máquina de compostaje puede instalarse en edificios residenciales, comedores de empresas, escuelas, residencias de ancianos, residencias, hoteles o, en general, en todos los productores de residuos orgánicos.

La instalación de una máquina de compostaje electromecánica resulta especialmente ventajosa en islas y en municipios aislados o alejados de los centros de eliminación de residuos. Con estos sistemas innovadores, se eliminan los costes de recogida, transporte y eliminación, los residuos se transforman en un recurso reutilizable y se reducen las emisiones de CO2.

El compost producido localmente puede utilizarse directamente en jardinería y floricultura. De este modo, se completa el cierre del ciclo y se refuerzan las buenas prácticas como hábitos establecidos. Nuestras máquinas no producen emisiones y tienen un consumo muy bajo.

Cada modelo difiere principalmente según la cantidad de residuos a procesar.
Estamos a su disposición para realizar los análisis necesarios con el fin de proporcionarle la solución más adecuada a sus necesidades, teniendo en cuenta los períodos de máxima producción de residuos orgánicos u otros requisitos operativos.